· Vivencias ·
· Ahondar ·
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Vivo en una ciudad cuya principal industria es la petrolera. Según dicen algunos historiadores, a principios del siglo pasado, hombres en búsqueda de agua, cavaron y ahondaron tanto, que surgió el preciado oro negro; hoy, a más de cien años de aquel descubrimiento, se sigue extrayendo petróleo de las profundidades de la tierra.
Obviamente, se hace con equipos más avanzados que en aquella época, pero el método continúa siendo el mismo: para sacar ese petróleo hay que perforar cientos de metros.
Para que mi vida esté fundada sobre la roca, que es Cristo, debo cavar y ahondar.
El trabajo no ha de ser fácil, he de pagar un precio; toda promesa de Dios es condicional, “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará...”(Salmo 91:7).
¿Para quién es esta promesa?
¿Para toda la humanidad?
No: es para aquellos que“habitan al abrigo del Altísimo” (Salmo 91:1).
¿Se da cuenta? Todo tiene un costo.
La seguridad viene cuando ponemos un buen fundamento.
Poner ese fundamento a veces no es divertido. Cuesta trabajo.
Tenemos que ponernos a examinar nuestras ideas acerca de la vida, nuestros pensamientos y nuestros prejuicios; debemos estar dispuestos a cambiar aquellas cosas que no están de acuerdo con la voluntad de Dios, reconocer nuestros puntos débiles y cambiar de actitud.
Estamos a tiempo de corregir nuestra conducta y edificar sobre la roca firme.
Si quiero obtener gemas preciosas de parte de nuestro Dios, debo ahondar.
Como el petróleo se extrae de la profundidad de la tierra, así lo precioso de nuestro Dios se extrae cuando pasamos tiempo en su presencia.
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Ayer hablábamos de avivar el fueguito de nuestro corazón, ¿cómo vamos con eso?
Hoy queremos contarte algo más…
Jesús cuando estuvo en la tierra enseñando conto algo muy especial:
Habían dos hombres construyendo sus casitas, uno la hizo sobre la arena, el otro, en cambio, la hizo sobre la roca firme, cuando vino una gran inundación, la casa que estaba sobre la arena se rompió toda, en cambio la que estaba sobre la roca se mantuvo firme en su lugar.
Este ejemplo lo puso Jesús para explicar que nosotros, los que somos de Su equipo, podemos poner nuestras vidas en Sus manos, y al confiar en Él, poder estar tranquilos en las situaciones mas difíciles, …
Pero hay algo más, cuando estos dos hombres iban a hacer sus casas, los dos vieron el mismo terreno, en los dos había arena, uno hizo lo más práctico, puso la casa sobre la arena, el otro cavó, hizo un pozo muy hondo hasta encontrar la roca firme y recién ahí empezó a armar la casa…
Llegar hasta la roca llevo más tiempo y fue mucho mas difícil, pero quedo mucho mejor la casa, y podía dormir tranquilo porque no se iba a mover…
Ir a Jesús, y escuchar lo que el tiene para decir, para luego hacerlo, es como cavar y cavar hasta llegar a la roca.
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Vamos a aprender una canción que nos va a ayudar a recordar esta hermosa verdad.
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