Marcos 5:36
Pero Jesús, oyendo lo que se hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: No temas, cree solamente
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La historia de Jairo y su hija se narra en Marcos5.21-24 y continúa en 5.35-43. Te propongo que leas el pasaje completo en tu Biblia. (Podes leerlo acá)
Probablemente, una de las situaciones más dolorosas de la vida es la enfermedad terminal de un hijo, tema central de la historia de hoy.
Con lo revolucionario que había sido hasta ahora el obrar de Jesús en el mundo judío, en sus sinagogas y en relación con sus tradiciones religiosas, no era de esperar que uno de los jefes de la sinagoga, de nombre Jairo, fuera a pedir ayuda a Jesús y mucho menos postrarse a sus pies.
La desesperación de este hombre frente a la enfermedad grave de su hija le hizo romper todos los prejuicios y acercarse a Jesús con humildad. Jesús accede al pedido de Jairo de ir a ver a su hijita, pero la historia es interrumpida con otro relato, lo cual retrasa la llegada a su casa.
¡Cuántas veces nos hemos desesperado frente a lo que entendemos una demora de Dios frente a algún pedido!
Lo cierto es que mientras tanto, algunos llegan a anunciar que el final menos esperado llegó: la niña había muerto, no había que “molestar” más al Maestro.
Quisiera que puedas detenerte en la respuesta de Jesús frente a dicha noticia: el hombre no debía tener miedo, aun cuando la situación parecía no tener ya solución. Jesús le anima a solamente creer, “sin hacer caso de la noticia”.
Finalmente Jesús llega a la casa, levanta a la niña de su lecho y la vida inunda nuevamente a esa familia desesperada. Y lo que antes habían sido llanto y alaridos ahora todo era asombro y vida.
Sea cual sea la situación, la palabra de Jesús seguirá siendo: “No tengas miedo. Cree solamente ”.
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Oramos: Señor, ayúdame a seguir creyendo cuando todo a mi alrededor me diga que no hay esperanza. Te ruego que cambies mi llanto en vida.
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