· Imitando a Jesús·
· Deje de avisarnos ·
Antes de empezar el devocional, tomamos unos segundos para orar para que Dios nos guié, nos hable, nos muestre más de EL.
................................................
...............................................
En días pasados llegó a mi correo electrónico una curiosa y simpática foto que un turista observador tomó en algún país pobre del Caribe.
Él mismo cuenta que en un paseo llamó su atención, en una casa de notables pocos recursos, un viejo caballo descansando inmóvil junto a ella.
Al pasar por el frente reconoció lo que mereció la foto y su posterior difusión: un cartel escrito a mano que decía “Advertencia: el caballo es muy viejo y le gusta dormir mucho. ¡¡Por favor!! Deje de avisarnos que está muerto”.
Gracioso, ¿no? Aquellos dueños del caballo estaban cansados de recibir la noticia del aparente deceso del animal. Decidieron evitar más molestias y advertir de una vez por todas que no estaba muerto, sino descansando dormido.
A menudo he pensado que hay carteles puestos por nosotros mismos para la necesidad “deje de avisarnos”; éstos anuncian sobre nuestras vidas: “y los halló durmiendo”, descansando cómodos en la rutina de un cristianismo anestesiado, sin nuevos desafíos, sin vivencia diaria del evangelio de poder. Sin movimiento del Espíritu.
Creo que hay gente con necesidad que quisiera avisar que la iglesia está dormida. Nuestra falta de reacción hace que el pobre, el herido, el confundido, el desamparado sean quienes quieren llamar nuestra atención.
Deberíamos mirar cara a cara la necesidad de Dios en el mundo y gritar “¡deje de avisarnos que estamos muertos!”
Queremos despertar al desafío simple de imitar al Señor, aquel que nunca durmió frente a la carga de otro, que siempre estuvo en acción.
Siempre estuvo su amor. Imitemos a Jesús, estando atentos y con los ojos bien abiertos a la necesidad.
Escrito por: Adrián Villarroel
Para compartir con los chicos:
¿Qué cosa te da mucha pereza?
¿Guardar tus juguetes, ordenar la habitación, levantarte temprano?
La pereza es un semáforo rojo en nuestras vidas, porque nos hace detenernos
Quien tiene pereza no estudia, no aprende cosas nuevas.
Imagínate si hoy tu mamá tuviera pereza de preparar el almuerzo o si tus amigos tuvieran pereza de encontrarse contigo para jugar.
¿Qué sucedería?
¿Cómo te sentirías?
¿Has tenido pereza para orar?
¡Hablar con Dios es lo mejor!
¿Y tú no vas a hacerlo? Pídele a Dios más y más disposición y así tener el semáforo en verde para la vida.
................................................
...............................................
▪️¿Cómo nos podemos ayudar para vencer la pereza?
▪️¿En qué me haré responsable de cumplir hoy?
................................................
................................................
Comentarios
Publicar un comentario