· Cosas simples de la vida cristiana·
· Los domingos en Su mesa ·
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Una bella tradición latinoamericana ha sido la de encontrarse, el día domingo, la familia extendida para comer juntos.
En los años setenta, un programa televisivo retrataba esta costumbre: “Los Campanelli”. Cada episodio reflejaba con humor las controversias entre los hermanos, en la previa al almuerzo.
Al final, el padre los rezongaba a todos y les ordenaba silencio. Entonces, cuando todos se sentaban en la mesa para almorzar y la paz regresaba, Carmelo, el padre de familia, en la cabecera de la mesa decía sonriente: “¡Qué lindos son los domingos!... ¡No hay nada más lindo que la familia unita!”
Algo de eso ocurre cuando los hermanos en la fe nos congregamos el domingo. El Padre celestial nos invita a su casa y así llegamos con nuestras historias y nuestros conflictos. Pero cuando se oye la voz del Padre, la calma regresa a nuestros corazones.
Y entonces Él, contemplando el cuadro de sus hijos alrededor de su mesa, se regocija del momento y la felicidad llena su alma. Cada fin de semana tu Padre celestial se alegra al verte llegar a su casa, junto con tus hermanos, para compartir la mesa.
Esto es más que una tradición o un rito, es un lugar único y trascendente para tu vida. Hay semanas en que los problemas parecen gigantes que te quieren aplastar.
Pero cuando entras en su casa puedes decir: “Te vi en tu templo, contemplé tu poder y tu gloria” (Sal 63:2, PDT).
Entonces comprendes que al lado de nuestro Dios esos gigantes son apenas hormigas. Hay tiempos en que no entendemos ni vemos el sentido de lo que ocurre. Pero cuando llegamos a Su casa, Él nos da otra perspectiva, Él nos permite entender.
Escrito por: Fabián Ruiz
Para leer con los chicos:
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Para los chicos y grandes:
▪️ ¿Estás disfrutando los domingos? ¿Por qué?................................................
Para los chicos y grandes:
▪️Pedile a Dios que te dé la oportunidad de invitar a alguien este proximo domingo para que conozca el amor de Dios y se pueda alegrar con los que somos del equipo de Jesús.
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