· Cosas simples de la vida cristiana·
· Atado a nuevas alas ·
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Mucha gente repite la frase “yo no quiero estar atado a nada”, cuando en realidad ya están atados a la improvisación, a la mediocridad.
De manera inevitable, todos tenemos hábitos a los cuales estamos atados. Por eso la única opción es elegir a qué quieres estar atado. A las circunstancias y sus caprichos, a tus emociones y sus vaivenes, a los demás y sus demandas, a tus placeres y sus adicciones, o a nuevos hábitos orientados a crecer y superarte.
Lo primero es estar atado a una bola pesada de acero, donde descender será fácil, mantenerse un problema y crecer imposible.
Lo nuevo es atarte a lo que te llevará más alto, más cerca de Dios. La batalla por los hábitos incluye esta verdad: los malos hábitos no se disuelven, se reemplazan por otros buenos.
El pasaje de hoy describe este doble movimiento: despojarse y fijarse. Ambos son necesarios.
No puedes despojarte de malos hábitos si no te fijas a nuevos.
No puedes fijarte a nuevos hábitos si no te desatas de los viejos.
Fijar un nuevo hábito espiritual, tal como la lectura de la Palabra, la oración o simplemente el ejercicio físico, resulta como una estaca de andinista clavada sobre tu cabeza, en la cual te apoyarás para ascender sobre el muro de piedra.
Hábitos son decisiones tomadas una vez, defendidas cada día, que te atan a lo mejor de ti. Un hábito es el resultado de sostener una promesa hasta que se haga parte de tu vida.
Desátate de todo peso de mediocridad y átate a lo que te llevará a la cima: ¡ser como Jesús!
Escrito por: Fabián Ruiz
Para leer con los chicos:
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Para los chicos y grandes:
▪️ ¿En qué cosas te enredaste?................................................
Para los chicos y grandes:
▪️ Ahora que encontramos algunas cositas para cambiar vamos a reemplazarlas por hábitos para estar más cerca de Dios, puede ser leer más la Biblia, memorizar, orar más, comprometerte con el devocional, etc, pedile a Dios que te guíe hacia nuevos hábitos.
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