· Cosas simples de la vida cristiana·
· Un Dios sorprendente ·
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Vivir en Mendoza tiene la ventaja de disponer de las más altas montañas de América a un paso de distancia.
Varias veces al año intentamos con un grupo de amigos conquistar alguna cumbre. Lo curioso es que cuando después de horas de travesía y esfuerzo personal, cuando extenuados llegamos a la cima, no es el orgullo lo que nos domina sino la majestad de la escena.
Nadie grita: “¡Qué grande soy!” pues nuestra presencia queda eclipsada por aquella que nos invita a gritar: “¡Qué grande es Dios!” Y entonces experimentamos el placer de perdernos en su creación, en su grandeza.
Nos hallamos entrando reverentes a un templo de gloria. Este es el placer más profundo, perdernos en Él. Fuimos creados para alegrarnos en su gloria. La alegría que sientes cuando estás ante un paisaje maravilloso y buscas tomar una foto.
En el cuadro pretendes sólo dos cosas: capturar la majestad de la escena y el privilegio de haber estado allí. Esta dicha es muy diferente de ese tipo de fluctuante alegría que depende de trabajar todos los días para mejorar tu autoestima, adicta al elogio, esclava de demostración.
Es la alegría imperecedera, que depende sólo del privilegio inestimable de contemplar y perdernos en su grandeza. Cada día es mayor el número de personas que viven en grandes ciudades. Lejos de la belleza de la creación y rodeadas de cemento.
Esto tiene un efecto directo en el alma humana, amputándole su capacidad de disfrutar a Dios.
Reemplazamos sus maravillas por nuestras maravillas tecnológicas.
Haz el ejercicio. Toma un momento para observar, por ejemplo, esa hiedra que crece en el muro de tu casa, irreverente y generosa. Intenta reconocer en su belleza la visita de Dios.
Escrito por: Fabián Ruiz
Para leer con los chicos:
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Vamos a poner estas cosas y situaciones en las manos de nuestro gran Dios en oración…
Vamos a escribir en un cartelito:
Jeremías 20:11
DIOS ESTÁ CONMIGO COMO PODEROSO GIGANTE.
Tenelo cerca para recordar esta hermosa verdad.
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