· Cosas simples de la vida cristiana·
· Es un placer ·
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En el jardín trasero de mi casa hemos colocado varias plantas floridas, de modo que de vez en cuando, mientras me encuentro sentado respirando el aire fresco de la mañana,
algún colibrí lleno de colores visita el lugar.
Mientras me quedo asombrado de su belleza intento no moverme, no hacer ningún ruido que pueda perturbar esa escena sagrada e impida que un momento más.
Al ver el pequeño pájaro entendí que lo mismo ocurre cuando el Todopoderoso me visita en mi jardín.
Nuestro Dios no es cualquier persona, Él es santo. Su sagrada visita es un regalo delicado, inmerecido y único.
Por eso, la única respuesta digna a la visita de Dios es un sensible y reverente temor.
¿Deseas encontrarte con Él?
Restaura tu altar de encuentro. Elimina toda distracción,
enfoca atención, dirige todos tus pensamientos a oír su voz.
Establece un lugar y una hora en la que nadie pueda interponerse. Defiende ese tiempo y no te excusas para postergarlo.
Amar a Dios con todo es deleitarte en Él. Cuando las personas se encuentran, se saludan y se presentan suelen decirse el uno al otro: “Es un placer”.
Estas palabras suelen ser meramente protocolares. Apenas un gesto de buenos modales. En cambio, para aquel que se encuentra con el Dios vivo, son la declaración de una
sentida verdad.
La única puesta digna de un adorador ante su belleza es supremo deleite, es llegar a declarar en su presencia:“ ¡Es placer!”
Como el salmista cantaba: “En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre” (Sal 16:11, RV95).
Escrito por: Fabián Ruiz
Para leer con los chicos:
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Vamos a orar y vamos a pensar en todas las cosas hermosas que Dios nos da y lo que hace a nuestro alrededor y vamos a agradecer!
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