· Cosas simples de la vida cristiana·
· La razón de ser puro ·
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Cuando eras niño aprendiste a hacer lo correcto bajo un sistema de premios y castigos.
Sabías que, si robabas y comías los dulces de la alacena, serías castigado, por lo que decidiste renunciar a los dulces. Luego te hiciste grande y aprendiste a hacer lo correcto bajo un sistema de sentimientos. Pensaste: “No debería comer esto. Sé que después me sentiré mal”.
De modo que decidiste intentar controlar tus comidas por tu bien personal.
Pero un apasionado creyente ha aprendido a hacer lo correcto bajo un sistema de amor mucho más eficaz.
Tu decisión de mantenerte limpio no parte ya del temor de un posible castigo, o de si serás descubierto, o de los sentimientos de culpa que puedan desatarse.
Tu decisión de hacer lo correcto parte de este deseo inmenso: no herir el corazón de tu Salvador.
Ahora entiendes que cada uno de tus viejos actos vergonzosos lo llevaron a una cruz.
Comprendes que cada vez que consientes con cualquier cosa que se desvía de la verdad, que no es genuina bondad, que introduce impureza en tu mente, estarás ofendiendo su celosa pasión por ti, traicionando su amor.
Ahora sabes que, ante cada decisión moral, la pregunta correcta no es “¿Acaso es esto delito?, ¿acaso alguien se enterará?, ¿acaso me verán mal por hacerlo? o ¿acaso me
siento mal al hacerlo?”; la pregunta correcta es “¿Heriré su corazón?”
Quien ha experimentado la gracia de Dios no puede menos que despreciar todo lo que ha lastimado su corazón.
Son los falsos cristianos quienes se escudan detrás de normas y catecismos para justicar sus actos. Cristo no recibe ninguna gloria de estas personas.
En cambio, un cristiano apasionado arriesga una moral radical, alimentado por un solo deseo: agradarle.
Escrito por: Fabián Ruiz
Para leer con los chicos:
¡Qué hermoso es nuestro papá!
Pensando en todo esto… nos dan más y más ganas de confiar mucho en Él y obedecerle…
Dios es tan tan bueno, todo lo que dice es para nuestro bien, nos guía y nos aconseja porque nos ama!
Nos cuida mucho y desea lo mejor para nosotros, por eso, lo mejor que podemos hacer es amarlo, amarlo tanto que deseemos obedecerlo, amarlo tanto que no busquemos hacer nada de lo que no le gusta, si lo amamos vamos a querer que las cosas que hacemos lo pongan muy muy feliz.
¡ Dios estamos tan tan contentos de que estés en nuestras vidas, tan agradecidos que queremos poner felíz tu corazón haciendo las cosas que vos decís que son buenas!
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Voy a pedirle a Dios ayuda para cambiar estas cosas y voy a agradecerle por Su gran amor.
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