· Vivencias ·
· Creo ·
................................................
...............................................
Existen obstáculos que nos impiden llevar una vida cristiana plena, y muchas veces hasta hacen que carezca de sentido; influyen negativamente en nuestro crecimiento.
Uno es la incredulidad: la falta de fe, la dificultad para creer algo; es dudar del poder de Dios y de su palabra, limitar el actuar sobrenatural de Dios.
Una persona incrédula busca otros medios, fuera de Dios, que le garanticen una vida segura y plena porque no ve el favor de Dios actuando en su vida.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).
La fe viene por el oir la palabra de Dios; es la que mueve la mano de Dios a mi favor y me hace caminar sobre mis imposibles.
"Creo; ayuda mi incredulidad"
Jesús bajaba del Monte de la Transfiguración con un grupo de sus discípulos, e inmediatamente se encontró con gente que discutía sobre por qué los discípulos que habían quedado al pie del monte no habían podido echar fuera un espíritu inmundo.
El padre del joven hizo referencia a la falta de poder de ellos, pero Jesús lo confronta con su incredulidad; aunque era judío y conocía las Escrituras, necesitaba la ayuda del Señor para creer.
Muchas veces, creemos que Dios puede hacer el milagro en otros, sanar, obrar a favor de otros; oramos para que otros se sanen y sean prosperados.
Pero en cuanto a nosotros, ¿creemos que Dios lo puede hacer?
"Ayuda a mi incredulidad" fueron las palabras de ese padre. ¿Serán las nuestras en este día?
"Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, y no hará? Habló, y no lo ejecutará?" (Números 23:19).
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Te acordás que ayer hablábamos del pueblo de Israel y de cómo ellos con sus palabras se quejaban, dudaban y mostraban que no le creían a Dios.
Hoy vemos otra actitud… Alguien que dice, Dios, yo te creo, ayuda a mi incredulidad.
La incredulidad, esta palabra tan larga, representa la duda, la falta de confianza, cuando le pedimos a Dios que nos ayude o esperamos en El para que haga algo, pero no le creemos…
Todos hemos pasado por momentos así, a veces porque lo que pedimos son cosas imposibles para nosotros, pero para Dios todo es posible!
Si estás dudando en cuanto a algunas cosa, no te pongas triste, tengo una súper buena noticia! Dios quiere ayudarnos con nuestras dudas, con nuestra incredulidad!
Nos dice en Su palabra, que la fé viene por el oir la palabra de Dios, así que si dudamos, podemos fortalecer nuestra fé pasando tiempo con la palabra de Dios, oyendo Su voz…
Nos dice que Dios no es como las personas,Él no miente ni se arrepiente, por lo que podemos confiar muy muy seguros de que Él cumple lo que promete.
Nos dice que la fe es como un ancla, una cosa dura, algo que es super, super seguro.
...............................................
Para los chicos y grandes:
................................................
Para los chicos y grandes:
Comentarios
Publicar un comentario