· Vivencias ·
· Mi libertador ·
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Habían pasado varias generaciones desde la muerte de José y sus hermanos. El pueblo de Dios se multiplicó, se fortaleció.
Los gobernantes egipcios se atemorizaron por la posibilidad de ser doblegados; entonces oprimieron Israel, multiplicaron sus trabajos y los hicieron servir con dureza, de tal manera que se amargaron, se afligieron y se angustiaron.
El pueblo estaba en aprietos, y estos sufrimientos hicieron que comenzaran a gemir y a clamar a Dios.“Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios” (Éxodo 2:25).
Dice un viejo coro: “Si en la lucha que enfrentas, tu fe cayó en desesperación, en la noche tan larga ya no escuchas la canción en vos, puedes creer que El, muy cerca de ti está, nunca te dejará, pues tú eres su tesoro aquí”.
En momentos de aflicción, de pruebas, cuando todo se ve nublado y no aparecen rayos de esperanza, es posible desmayar, caer anímicamente y desesperar.
Si está atravesando momentos difíciles en su vida, y parece que su carrera se acaba, que su hogar se destruye, que no puede salir adelante; todo le está saliendo mal; la soledad, la tristeza han entrado en su corazón; no hay consuelo ni esperanzas; si es así, quiero decirle que, como Dios acudió y escuchó el clamor de su pueblo reconocerá como hijo suyo.
Y así como cumplió los planes y propósitos con Israel, también cumplirá sus promesas con cada uno de nosotros.
Clame y confíe. Su respuesta ya viene en camino.
Espere en El y Él le concederá las peticiones de su corazón.
“Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias." (Salmos 34:17).
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
¿Se acuerdan de José, que había llegado a Egipto vendido por sus hermanos como esclavo ?
Con el tiempo terminó siendo super super importante, ayudando a Faraón en todo…
Bueno, resulta que pasó el tiempo, José murió, el faraón que conocía a José también murió, pero el pueblo de Israel seguía en Egipto, y ahora ya no los trataban como amigos, sino como esclavos…
Los hacían trabajar tanto, tanto que ellos lloraban, y ¿sabés qué pasó?
Dios los escuchó llorar…
Y no solo los escuchó llorar, también decidió que era el tiempo de hacer todo lo que le había contado a Abraham que iba a hacer con Su pueblo.
Qué hermoso es saber que Dios escucha… Si estamos pasando por tiempos difíciles o tristezas Dios ve cada una de nuestras lagrimitas…
¡Él nos escucha en todo tiempo!
Se preocupa por nosotros y tiene planes hermosos para nuestras vidas !
Dios nunca, nunca se olvida de nosotros, ni de Sus planes…
¡ Qué alegría !
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
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