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La vida es una mezcla de dolor y placer, victorias y derrotas, éxitos y fracasos.
Después de cada cima de montaña, hay un valle.
Los valles representan momentos oscuros de la vida; simbolizan los problemas, las dificultades que debemos atravesar, esas situaciones que, en un momento u otro, van a suceder.
Siempre son inesperados y vienen en el peor momento, cuando no hay tiempo o estamos desprevenidos; son impredecibles.
"...en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16:33).
Viviremos desalientos, conflictos, desilusiones, sufrimiento, pena, enfermedad, frustración, fracaso y fatiga.
Son parte de la vida. Nadie está inmune a ellos. Nadie está aislado del dolor o de la tristeza. Todos tenemos problemas.
Si está transitando por algún valle, esto no significa que sea un ser humano perverso; significa que usted es un ser humano.
Los valles van a aparecer en esta vida. Dios quiere edificar su fe en esos valles.
Nos gusta disfrutar de la cima de las montañas, pero ahí no es donde se edifica la fe. La fe se fortalece en los valles.
Cuando no tiene deseos de confiar en Él, y menos aún de servirle y alabarle, ese es el momento en que su fe es probada. ... no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento."
Dios no promete solo su poder en el valle: promete también su presencia.
Nunca pasará por un valle en esta vida estando solo. "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti." (Isaias 43:2).
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Este pedacito hermoso de biblia que leímos es un salmo que escribió David.
El, antes de ser un rey, fué un pastor, cuidaba ovejitas, y así, mirándolas, aprendió que Dios nos cuida como un pastor cuida a las ovejas, y las ovejas se sienten súper súper seguras porque el pastor las cuida…
Aunque tengan que pasar por lugares oscuros, que dan miedito, al ver que el pastor va con ellas, se les calma el miedo, y hasta toman nuevas fuerzas para seguir andando, dejando el temor de lado.
Nosotros somos como ovejitas y Dios es nuestro pastor.
A veces vamos a pasar por cosas que nos den un poco de miedo, pero si miramos con atención vamos a ver que Dios va con nosotros, y saber que tenemos Su compañía lo cambia todo…
El miedo se va, sentimos nuevas fuerzas, esa confianza en Dios nos ayuda a seguir andando…
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Vamos a agradecer a Dios porque tenemos Su compañía siempre, aun en medio del temor.
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