· Vivencias ·
· Tu eres mi alegría ·
................................................
...............................................
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”(Juan 10:10).
Con nada podríamos pagar esa vida abundante que recibimos al encontrarnos con El.
“¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!”(Salmos 36:7).
Podemos decir que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob es nuestro Dios.
Él es el Dios que lo saca del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; el que pone sus pies sobre la peña, y endereza sus pasos (Salmos 40:2).
David escribe este salmo cuando una peste había venido
sobre el pueblo y se había cobrado la vida de 70.000 hombres.
¿Cuántas pestes vienen sobre nuestras vidas y matan nuestros sueños y anhelos?
¿Cuántas cosas se han robado nuestras ilusiones y aun nuestra integridad?
A la edad de ocho años, fui abusado sexualmente; esto trajo aparejado un sinfín de problemas.
Las drogas, el alcohol, etc., no hicieron olvidar ni lograron sanar. A los 24 años, me atreví a compartirlo con mi esposa. El ladrón creía haber robado, matado y destruido muchas cosas de mi vida.
“Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste. Tú, Señor, me sacaste del sepulcro; me hiciste revivir de entre los muertos.” (Salmos 30:2-3, NVI).
A pesar de las circunstancias, Dios sigue regalando vida, esa clase de vida que nos permite existir con una actitud de gratitud constante.
Él ha prometido no dejarnos ni abandonarnos. Cuando el amor de Dios viene a nuestra vida, nuestros sentimientos
de tristeza y temor huyen. Nuestro llanto se convierte en baile, nos quitan las ropas de ceniza y tristeza y nos ciñen de alegría.
Comencemos el día con gritos de júbilo, por su misericordia, guía y protección.
Regocijemonos en su Santo Nombre, cantemos y glorifiquemos el nombre de nuestro Dios.
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
¡Qué hermoso es ser del equipo de Jesús!
Veníamos viendo en esta semana cosas tan hermosas que Dios hace por nosotros, nos cuida, nos acompaña, es nuestro refugio perfecto…todo esto nos llena de alegría el corazón.
Sea lo que sea que nos esté pasando, nuestros sentimientos cambian cuando recordamos que Jesús está a nuestro lado, cuando recordamos que Dios nos cuida, y acompaña, nos da tanta alegría, tantas ganas de agradecerle que queremos cantarle, alabarlo, darle gracias porque Él es tan tan bueno.
Cuando vamos viviendo estas cosas, crecemos en conocerlo, al ver Su amor a cada momento, nuestra fé crece, ya no nos concentramos solo en los problemas o en el momento difícil que estamos pasando, sino en lo genial que es tener todo Su amor para nosotros, Su compañía!
Nuestra alegría, no depende de que todo salga como queremos, sino de saber que Dios nunca, nunca, nunca nos deja.
...............................................
Para los chicos y grandes:
...............................................
Para los chicos y grandes:
▪️ Si sabemos de alguien que está pasando un tiempo difícil, vamos a hablarle de Jesús, para que pueda tener la compañía de Dios, y encontrar su alegría en Él.
Comentarios
Publicar un comentario