· Vivencias ·
· El poder del perdón ·
................................................
...............................................
Cuando recibimos a Cristo como nuestro Señor, podemos experimentar su perdón; una nueva oportunidad encontramos en Dios, un nuevo comienzo es posible.
El no se acuerda de lo malo que hice:“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25)
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”(Salmos 32:1-2).
Puedo experimentar su amor para conmigo:“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia.”(Oseas 14:4a).“... como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.”
¿Perdonamos? Perdonar es dejar ir libre a la otra persona, y después descubrir que el prisionero era uno mismo, porque estaba atado a la ofensa, al dolor, al remordimiento.
El que no perdona está atado espiritualmente a la otra persona, en su alma, y esto causa un bloqueo total.
La carne quiere vengarse o huir, y nacen pensamientos como: “Ya murió para mí”,“Me voy de este lugar”,“No quiero saber nada de él”,“Me la hizo, me la paga”...
En contraste con estos sentimientos, la Biblia nos dice que debemos perdonar a aquellos que pecan contra nosotros, sin condiciones.
Negar el sincero perdón a una persona demuestra resentimiento, amargura y enojo.
Recuerdo el momento en que mi pastor me dijo que debía perdonar a aquellos que habían abusado de mí.
¿Cómo iba a perdonar a aquellos que me habían hecho tanto mal?
¿Cómo iba a bendecirlos?
No era lógico. Pero al hacerlo, le aseguro que Dios comenzó a sanar mi corazón y a dar libertad a mi vida.
Es tiempo de perdonar a aquellos que nos han dañado; es tiempo de experimentar el poder libertador del perdón.
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Cuando nos equivocamos en algo o rompemos algo sin querer… o si ofendemos a alguien con algo que dijimos o hicimos y luego pedimos perdón...
Es re hermoso escuchar que te digan siii, te perdono!
Uuuuy, una sensación de alivio nos llena el corazón! a veces hasta preguntamos… no estás enojado? y nos dicen: no, no estoy enojado, te perdono, ya está, ya pasó… ¡ Qué felicidad !
Pero... ¿Qué pasa cuando es mi amigo, mi hermano, un compañerito de la escuela o es alguien más?
¿Qué pasa cuando alguien se equivoca, o rompe mi juguete favorito o la tarea de la escuela?
¿Y cuando me dicen algo feo o me pelean?
¿Perdono como me gusta que me perdonen?
El perdón es ese regalo que nos encanta recibir, pero que puede ser un poco difícil de dar a otros…
Pero el perdonar trae mucha libertad y alegría, si perdono soy libre para seguir siendo amigo, para seguir disfrutando de jugar, para seguir amando a mi hermanito aunque se haya equivocado, o me haya peleado.
Dios nos dio el ejemplo más hermoso de perdón, cuando Su Hijo Jesús decidió morir en la cruz en nuestro lugar para que pudiéramos ser perdonados.
Cuando nos cueste perdonar podríamos preguntarnos
¿ Qué haría Jesús ?
Él quiere que perdonemos como Él nos perdonó.
...............................................
Para los chicos y grandes:
...............................................
Para los chicos y grandes:
▪️ Vamos a orar y pedirle a Dios que nos enseñe a perdonar como Él nos perdonó.
Comentarios
Publicar un comentario