· Vivencias ·
· Venid a Mí ·
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Si miramos a nuestro alrededor, observamos un mundo pecaminoso, lleno de dolor, cargado y trabajado.
Cada corazón conoce su propia amargura y cada individuo siente su propio dolor.
Las cargas pueden ser una aflicción personal, un problema familiar, un revés en la condición económica...
La vida nos presenta a diario nuevos desafíos, pruebas que superar, situaciones que enfrentar.
Los discípulos, en su barca, tuvieron que enfrentar una tempestad; lo hicieron hasta el momento en que no tuvieron más fuerzas, y la situación empeoraba...
En medio del temporal que enfrentamos, podemos clamar y recurrir al Maestro, como lo hicieron los discípulos.
“Venid a mí”Jesús hace una invitación a todos aquellos que están con una carga que los angustia; no se esta refiriendo a la labor física, sino a esas presiones a las que estamos sometidos por alguna condición especial de la vida cotidiana.
Una tarde, estaba en casa con mi esposa, cuando llegó Noemí. Venía porque le habían diagnosticado nódulos en su cuerpo, los estudios no habían salido bien y se tenía que someter a otros, más exhaustivos.
Oramos. Al salir de casa, debía visitar a los médicos para que le dijeran fehacientemente qué era lo que tenía, pero había venido con la convicción de que Dios la sanaría.
Luego de varios días, volvió, con la grata noticia de que Jesús la había sanado: los médicos no habían encontrado nada. Jesús lo había hecho nuevamente. ¡Aleluya!
Asi como le sucedio a esta hermana, muchos de nosotros atravesamos dificultades.
Tengamos la certeza de que, si vamos al Señor, podemos encontrar paz para aliviar nuestros dolores y penas, y palabras suaves, cargadas de comprensión y afecto.
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Esta semana vimos y aprendimos cosas muy hermosas sobre la oración, y hoy en esta partecita de la biblia podemos ver uno de los por qué de la oración…
Necesitamos orar porque solo en Dios podemos tener descanso… ¿cómo sería esto?
Mirá, vamos a pensar que cada preocupación es como un librito en mi mochila,
Me preocupa un poco esto… ah, pero no es tanto, lo puedo llevar, no se como hacer algo, bueno, ya veré cómo lo soluciono, otro librito para mi mochila, luego me pasó otra cosa, y otra, y hay prueba mañana, y me peleé con alguien, y… y… y… la mochila pesa como si llevara un cocodrilo atado en la espalda… uff no puedo más…
En cambio, Jesús nos dice: vengan a mí los que están cansados y yo los haré descansar…
No esperemos a no dar más, entreguemosle a Dios en oración todo, las cosas grandes y también las cosas pequeñitas, así vamos a ir livianitos, vamos a tener ese descanso que Jesús nos quiere dar.
Podemos confiar en Él, en Su ayuda, en Su manera genial de resolver las cosas, porque Él nos cuida con mucho amor.
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Llevemos estas cosas a Dios en oración para poder descansar en Él y andar livianitos por la vida.

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