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· Ansiedad ·
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Ansiedad es el estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo; perderse o irse a pique; fracasar o frustrarse; angustia, aflicción, aprieto, sofoco, sensación de opresión en la región torácica o abdominal, dolor o sufrimiento; suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis (inestabilidad emocional), y no permite sosiego a los enfermos.
Echar es hacer que algo vaya a parar a alguna parte, dándole impulso.
Creemos que todo lo podemos hacer a nuestra manera, y solemos fracasar. Es necesario mandar a alguna parte eso que nos tiene preocupados, darle impulso, llevándoselo al Señor.
“Echar sobre El”es un acto de renuncia a nuestras capacidades de resolución.
Requiere de un acto de dependencia y humildad, y admitir que necesitamos ayuda. No es quedarse quieto, sino accionar. Cuando las preocupaciones abundan y nos enferman, el Señor siempre está cuidándonos y sustentándonos milagrosamente.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”(Mateo 11:28).
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”(Filipenses 4:6-7, NVI).
Josafat, Rey de Israel, actuó de esta manera cuando una gran multitud venía contra Él.
Tuvo miedo, luego manifestó su dependencia de Dios, se humilló y vino la respuesta de Dios; Jehová entregó a los enemigos en sus manos, y aquel valle se transformó en
una bendición.
Este es un buen tiempo para que dejemos toda ansiedad en el Señor y tengamos fe en que Dios tiene el poder de transformar lo que hoy es angustia en bendición.
Escrito por: Roberto Warton
Para leer con los chicos:
Ansiedad… ¿qué palabrita no? ¿Sabes lo que significa?
La ansiedad es esa preocupación que nos agarra sobre cosas que aún no llegan, o no podemos controlar porque no dependen de nosotros…
Es como cuando en febrero estás preocupado porque no sabés quién va a ser tu maestra el próximo año… ¡pero las clases empiezan en marzo!
Dios tiene una solución genial para cuando estamos preocupados, Él dijo: pongan esa ansiedad sobre mí porque yo cuido de ustedes…
¿Cómo le entregamos esas preocupaciones a Dios?
Bueno, orando, diciéndole Señor Jesús necesito entregarte esto que me preocupa… ( y ahí vos con tus palabritas le contás qué es eso que te preocupa y cómo te hace sentir ) y después podemos darle gracias porque Él cuida de nosotros con tanto amor.
Y… si vuelve la preocupación, se la volvemos a entregar a Dios en oración y le pedimos que nos llene de Su paz, a veces hay que hacer esto varias veces porque la ansiedad es un poco porfiada, pero…
¿Sabés qué?
Dios no quiere que pases por las preocupaciones solito, Él es súper fuerte para llevar esas cargas y está acompañándote y cuidándote tooodo el tiempo, jamás se cansa de escucharte y te ama mucho mucho.
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:

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