· Caminando con la familia de Abraham ·
· Obedeciendo siempre ·
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Llegó el momento de actuar y Abram sigue la indicación de Dios.
Abram no comenzó a tratar con Dios sobre si era el momento oportuno, si previamente no debía hacer tal o cual cosa o si los planes no debían ser otros; obedeció a Dios, quien tiene planes inmejorables para cada uno.
Se responsabilizó de su familia, de los cercanos. Lot, su sobrino, fue con él.
Llega el momento cuando Dios espera que obremos y debemos hacerlo. Así como está el tiempo de la reflexión y búsqueda del Señor, también está el ponernos en acción.
“Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad... y si mal os parece servir a Jehová, escogeos a quién sirváis... pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué
24:14-15.
A veces “pataleamos” buscando la familia perfecta. Esposos esperando esposas perfectas, hijos perfectos. Las esposas pidiendo lo mismo; hijos que reclaman padres perfectos.
Para alcanzar madurez en el seno de la familia, es imprescindible que aportemos cada uno y no sólo esperemos que los demás lo hagan; que nos aceptemos al reconocer que tenemos diferentes formas y pensamientos, y que, sin duda, podemos armonizar.
Padres maduros, por lo tanto, responsables, velan por su familia.
Hijos cuidadosos y obedientes, sujetos en amor, formados bajo la poderosa mano de Dios. “Padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor. Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo”. Efesios 6:4 y 1.
Escrito por: Jorge Ferrari
Para leer con los chicos:
Habíamos visto que Dios le habló a Abram, le dió una hermosa promesa, y… ahora llegó el momento! Había que mudarse… y sabés qué? Abram no dudó, ni puso excusas, sino que fué, tal como Dios le dijo, agarró sus cositas y salió al lugar que Dios le mostraría.
La obediencia es la fé puesta en acción, se demuestra en las cosas que hacemos, Abram no sólo decía que le creía a Dios, sino que lo demostró obedeciendo, y no salió solo, sino que llevó a su familia con él.
¡Tu obediencia también bendice a los que te rodean, a tu familia!
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Para los chicos y grandes:
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Para los chicos y grandes:
▪️ Pidamos a Dios que nos ayude a obedecer, a poner la fé en acción y ser así de bendición también a los que nos rodean.

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