· La vida del Espíritu ·
· Una vida que impacta ·
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¡Qué fácil es envidiar la vida que llevan los ricos y famosos!
Cuando los vemos en fotos, en entrevistas y en las redes sociales, parecen tener una vida en donde todos sus deseos y caprichos se hacen realidad cada día.
Además, nunca les faltan multitudes de personas que les hacen saber lo mucho que desean ser como ellos.
Aunque esta cultura celebre a quien vive haciendo lo que quiere y tiene personas a su disposición para atenderlo constantemente, la familia de Dios sigue otro modelo de vida completamente distinto: vivir como Jesús vivió.
Este estilo de vida no se trata de acumular todo lo que podamos (sean posesiones, experiencias placenteras o admiración de otros), sino de impactar a todos los que se nos cruzan en el camino (Hch 20:33-35) .
¿Cómo los vamos a impactar?
Con el amor de Dios, expresado en actos de bondad.
Definitivamente quien vive así, vive contra la corriente. Pero cuando nos presentemos delante del Señor, no van a ser nuestras fotos o pertenencias lo que nos acompañe, sino las historias de personas que Él amó a través de nuestra vida.
Cada día es una nueva oportunidad de hacer el bien de la mejor manera que podamos. Es que Dios no mide los resultados como los medimos nosotros, Él mira nuestro corazón.
Así que, sin importar si nos parezca poco o mucho lo que hagamos por otros, recordemos que es Dios mismo el que está amando y ayudando a través de nosotros.
¿Qué mayor privilegio hay que ser usado por el Rey y Creador para mostrar su amor a las personas de este mundo?
Por otro lado, si nuestro trato con los hermanos y hermanas que Él nos dio se basa en el amor, en la unidad y en la ayuda constante, ¿cuál va a ser la reacción de quienes no conocen a Jesús?
Como Él mismo dijo, eso es lo que se requiere para que “El mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.” Juan 17:23
Escrito por: Andrea Almirón de Pauli
Oramos
Señor, quiero que me uses para amar y ayudar a las personas con las que me cruzo a diario, sean quienes sean.
Muéstrame siempre la mejor manera de hacerlo.

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