· La vida del Espíritu ·
· Un Dios en control ·
................................................
Si hay algo que resalta en los relatos del libro de Hechos es la soberanía de Dios.
Si uno lee el libro a las apuradas, podría llegar a la conclusión que muchos de los eventos fueron por casualidad, porque las personas estaban en el lugar y momento correctos.
Pero si lo consideramos con atención, podemos ver los hilos del plan de Dios conectando a cada persona y cada historia.
El capítulo 27 de Hechos nos presenta a Pablo y sus compañeros viajando en un barco que termina naufragando en una isla, después de muchos días de tormenta.
¿Te imaginas su situación?
Pablo estaba detenido y siendo trasladado como criminal por obedecer al Señor, y encima termina sufriendo un accidente en el que casi muere. Además de eso, cuenta Lucas que lo primero que le sucede a Pablo al estar a salvo en la isla es ser mordido por una serpiente (Hch 28:3).
¡Eso sí que puede ser tildado de mala suerte!
Pero, nuestro Dios que no cree en la suerte, estaba controlando la situación.
Ese incidente terminó llevando a Pablo a una habitación donde había un anciano enfermo. Y no solo el poder del Espíritu sanó a ese hombre, sino que fue una señal para que muchos fueran sanados y creyeran en Jesús.
¡Qué extraños suelen ser los métodos de nuestro Dios! Las historias que contaremos en estos días hablan de personas transformadas por el poder del Espíritu. Pero no quiero que pienses que sucedieron por casualidad. El Señor conoce a cada persona y conoce cada situación, y Él tiene un tiempo para intervenir.
Por eso, quiero que mantengas tu fe y tu esperanza bien vivas.
El Señor sabe quién eres y lo que estás viviendo, solo es cuestión de tiempo.
Quizás Él tenga preparado a un “Pablo” para que aparezca en tu vida, o quizás Él quiere enseñarte a poner tu fe en práctica y llevarte a niveles de mayor madurez.
Sea cuál sea su método (y Él tiene muchos), recuerda que Dios tiene el control.
Escrito por: Andrea Almirón de Pauli
Oramos
Gracias Señor porque mi vida está en tus manos y puedo confiar en tu gran amor.
Hoy sigo orando con fe por aquellas situaciones en mi vida que necesitan tu intervención.

Comentarios
Publicar un comentario