Pero la palabra del Señor permanece para siempre. Esa es la palabra que a ustedes les fue predicada.
1 Pedro 1:25
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Para escuchar el devocional
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Algunas personas nunca aceptan del todo las enseñanzas y autoridad de las Escrituras.
No acuden a la Biblia y se someten total y completamente a ella.
Si acudiésemos a las Escrituras como niños pequeños, las tomáramos en serio y les permitiésemos hablarnos, este problema nunca surgiría.
Las personas mezclan sus propias ideas junto con la verdad espiritual.
Por supuesto, afirman que la base la toman de las Escrituras, pero, y ese es el error fatal, las modifican.
Aceptan ciertas ideas bíblicas, pero existen otras ideas y filosofías de su antigua vida que vienen junto con ellas.
Mezclan las ideas naturales con las espirituales.
Dicen que les gusta el Sermón del Monte y 1 Corintios 13.
Afirman creer en Cristo como Salvador, pero siguen argumentando que ellos creen en la moderación, y que no deben ir demasiado lejos en estos asuntos.
Entonces comienzan a modificar las Escrituras.
Se niegan a aceptarlas con autoridad en todos los aspectos, para la predicación y la vida, para enseñanza y para ver el mundo.
Dicen que las circunstancias han cambiado, que la vida no es lo que solía ser y ahora vivimos en otros tiempos.
Así que la modifican aquí y allá para ajustarse a sus propias ideas, en lugar de tomar la doctrina de las Escrituras desde el principio al fin y confesar lo irrelevante que es hablar de nuestros tiempos.
Las Escrituras son la palabra de Dios, que es eterna, y, dado que son la palabra de Dios, debemos someternos a ella y emplear sus propios métodos a su propia manera.
Algunas preguntas para pensar tranquilos:
- ¿Qué verdad aprendiste hoy?
- ¿Cómo vas a orar ahora?
- ¿Qué va a modificar en tu vida lo aprendido?
Tomado de: Devocional Pensamientos Cristianos
Escrito por: Martyn Lloyd Jones
Traducido por: Manuel Bento
(Adaptado)
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Luego de leer o escuchar el devocional, te animamos a que tomes un tiempo para pensar y orar.
También podes tomar algunas notas, para recordar mejor lo que Dios te habló hoy.
Dios bendiga tu vida.
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