Día 15: Ser parte de la Familia de Dios
“Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! “
1 Juan 3:1
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Si has sido llamado por Dios y tus pecados han sido perdonados por completo, al creer en Jesús, ahora, eres un hijo de Dios.
Qué tremendo amor es el que nos demuestra Dios en esto.
Y como si fuera poco, esto no viene solo, viene con una gran familia, lo cual nos permite llamarnos hermanos, porque esos somos.
Hijos de un mismo Padre, con un mismo hermano mayor en común, todos sellados con el mismo Espíritu.
Tiene que estar bien claro, quienes son de la familia, y es necesario que ninguno se pierda.
Dios nos está rodeando de hermanos, que vienen con un potencial de amor infinito.
Hay distintas situaciones que pueden hacer que en algún momento dudemos si hay tal potencial, pero siempre el amor de Dios va a salir, va a fluir como una fuente y va a dar su fruto.
Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos, al contrario, se identifica con nosotros, y le dice al Padre: “Anunciare Tu nombre a Mis hermanos”.
Sabiendo esto ¿Como avergonzarnos nosotros de nuestros hermanos?.
Tal vez el problema sea, por estar mirando el defecto de mi hermano, y no al Padre que tenemos en común.
Cuando miramos al Padre, más fácil nos es identificarnos con nuestros hermanos.
Esta tremenda y gran familia que nos ha dado Dios, no solo es para cuando estemos en el cielo todos juntos, es para que sea bueno, agradable, útil para nosotros ahora en esta tierra.
¿Cómo no disfrutar de todo lo bueno que hay en esta familia?
En que otra familia tienen una regla tan buena, como que nos tenemos que perdonar 70 veces 7.
Además, no solo tenemos un Padre en común, un gran hermano mayor, un Espíritu que nos guía en todo, un libro familiar que viene con todas las instrucciones, también tenemos, un gran negocio familiar, del cual, todos somos parte.
Si has nacido de nuevo, vos también sos parte de esta familia, no por tus méritos, sino, por los grandes méritos de nuestro hermano mayor.
No importa si aún no ves cómo es que sos parte, o como podes ser útil, lo sos.
Él que capacita, y el que distribuye las tareas en el negocio familiar, tiene en cuenta a todos sus hijos.
¡Disfrutemos servir en familia!
Meditemos todas las cosas que tenemos en común, y vamos a poder disfrutar en gran manera esta hermosa familia aquí de este lado de la eternidad.
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