Día 8: "Agradando a Dios en Todo"
"Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas"
Apocalipsis 4:11 "Porque el Señor se deleita en Su pueblo"
Salmos 149:4
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Para escuchar el devocional
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Hemos sido creados por Dios para Su gloria.
Aunque Dios no nos necesitaba, decidió crearnos.
Nos formó para Su propósito, y lo primero que debemos buscar en la vida es agradarle con todo lo que somos.
Vivir para hacer cosas que a Dios le agradan, pone nuestra vida en la dirección correcta.
Si hemos creido en Jesus, y lo hemos recibido ahora Somos Sus hijos.
Fuimos adoptados por medio de la fe en Jesucristo, como dice la Escritura: "Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.” (Efesios 1:5, NTV).
Así como Dios siente alegría y gozo, también experimenta emociones profundas. La Biblia nos dice que Él se conmueve, se entristece, se alegra y ama.
Nuestra adoración a Él es lo que más le agrada.
Como declara el salmista: "el Señor se deleita en los que le temen, en los que ponen su esperanza en su amor inagotable." (Salmo 147:11, NTV).
Adorar a Dios no es solo cantar o asistir a ceremonias.
Toda acción que realizamos para agradar a Dios es adoración.
Pablo nos exhorta: " Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31, NTV).
Cada tarea diaria puede convertirse en un acto de adoración si la hacemos con la intención de glorificar a Dios, incluso las más simples.
Todo lo que hacemos con un corazón dispuesto puede ser un acto de adoración.
El secreto de una vida de adoración es hacer todas las cosas como si las hiciéramos para Jesús.
La Biblia enseña: " Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente." (Colosenses 3:23, NTV).
En esto encontramos la verdadera adoración: vivir nuestra vida cotidiana como una ofrenda continua a Dios, reconociendo Su presencia en cada momento.
Como dijo Pablo: “Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.” (Romanos 12:1, NBLA).
Ahora que terminaste, una pregunta para pensar: ¿Que cosas tengo que empezar a hacer distinto para que ahora las haga de todo corazón, y para Dios?
Inspirado en: 40 días con propósito de Rick Warren
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Luego de leer o escuchar el devocional, te animamos a que tomes un tiempo para pensar y orar.
También podes tomar algunas notas, para recordar mejor lo que Dios te habló hoy.
Dios bendiga tu vida.
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