1 Corintios 13:5 NBLA
"No se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido."
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Esta es otra de las características del verdadero amor cristiano, que contrasta con el amor que podemos encontrar en este mundo.
El amor que es común en la vida alejada de Dios “busca lo suyo” incluso en el más generoso afecto.
Dicho de otra forma, mira hacia el beneficio, hacia lo que va a resultar gratificante para sí mismo.
Solo en el verdadero amor Cristiano, el que viene de Dios, producido por su Espíritu, existe ese completo abandono del yo que tantas veces pretende tener el amor humano.
El gran modelo de este amor se encuentra en aquel quien, lejos de buscar lo suyo, abandonó todo lo que justamente le pertenecía para poder ganar el bienestar eterno de sus seguidores egoístas.
El amor que no busca lo suyo es el amor de Cristo.
Generoso Señor Cristo, cuando viniste a la tierra no buscaste lo tuyo, gracias por tan gran ejemplo.
Por la salvación de los seres humanos renunciaste a todo lo que por derecho te pertenecía, te volviste siervo, siendo que eras Señor.
Ayúdame, te ruego, a dar de vuelta un amor que recuerde al tuyo y a buscar siempre no mis propias cosas, sino las tuyas, para alabanza de tu gracia efectiva.
Algunas preguntas para pensar tranquilos:
- ¿Qué verdad aprendiste hoy?
- ¿Cómo vas a orar ahora?
- ¿Qué va a modificar en tu vida lo aprendido?
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