Día 31: Entiende tu FORMA
"Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre."
Salmos 139:13 (NVI)
Salmos 139:13 (NVI)
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Dios te ha creado de manera única, irrepetible.
En Su soberanía, te diseñó con una combinación de talentos, dones y habilidades que nadie más posee.
La Biblia nos enseña que hay diversidad de dones, ministerios y maneras de servir, pero todo proviene de un mismo Dios (1 Corintios 12:4-6).
Si no usas tus dones, el Cuerpo de Cristo sufre la pérdida de tu contribución especial.
Tu FORMA, dones espirituales, habilidades, personalidad, y experiencias, es un diseño divino para cumplir el propósito de Dios.
Dios te ha dado recursos naturales y habilidades específicas.
Así como el Señor proporcionó a los artesanos del Tabernáculo habilidades especiales para el diseño y la construcción (Éxodo 35:35), a ti también te ha dado talentos que pueden usarse para Su gloria.
Todos nuestros talentos provienen de Dios, y aunque algunos los usan incorrectamente, Dios llama a sus hijos a emplearlos de manera que edifiquen a otros y glorifiquen Su nombre.
Dios nos ha dado habilidades diferentes para hacer ciertas cosas de una manera muy especial y correcta.
Tus habilidades no son solo para tu beneficio, sino para servir a los demás.
Pedro nos exhorta a usar nuestros dones para servirnos mutuamente (1 Pedro 4:10), porque cada habilidad tiene un lugar en el plan de Dios.
Cuando usas tus dones y habilidades en el ministerio, honras a Dios y edifica a la iglesia.
Cualquier cosa que hagas, debes hacerla para la gloria de Dios (Colosenses 3:17), ya sea algo visible o detrás de escena.
Tus experiencias, incluso las dolorosas, son parte de cómo Dios te moldea para Su obra.
La Biblia nos recuerda que Dios usa nuestro sufrimiento para que podamos consolar a otros (2 Corintios 1:4).
A menudo, las áreas de mayor dolor en nuestra vida se convierten en nuestras áreas de mayor ministerio.
Si has experimentado el consuelo y la gracia de Dios en medio de las pruebas, estás equipado para ministrar a aquellos que atraviesan situaciones similares.
¡No desperdicies tu dolor, úsalo para la gloria de Dios y el bien de los demás!

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