Día 33: Cómo actúan los verdaderos siervos
"Pero entre ustedes no es así, sino que cualquiera de ustedes que desee llegar a ser grande será su servidor,"
Marcos 10:43 (NBLA)
"Por sus frutos los conocerán."
Mateo 7:16 (NBLA)
Marcos 10:43 (NBLA)
"Por sus frutos los conocerán."
Mateo 7:16 (NBLA)
................................................
El concepto de grandeza en el mundo está basado en el poder, las posesiones y la posición social.
Pero Jesús lo define, diciendo que la verdadera grandeza está en el servicio a los demás.
Mientras que el mundo busca ser servido, Dios mide tu grandeza por cuántas personas sirves y cómo lo haces, no por cuántos están a tu servicio.
El apóstol Pablo dijo que debemos servir con amor, reconociendo que somos siervos de Cristo, no de los hombres (Gálatas 5:13).
En la vida cristiana, el llamado no es a destacar, sino a humillarnos para servir a los demás, imitando a Cristo, quien se hizo siervo por amor a nosotros (Filipenses 2:7).
El siervo verdadero se define por su disposición a servir, sin importar si se reconoce su trabajo o no.
Jesús nos advierte que no debemos buscar la aprobación de los hombres en nuestro servicio (Mateo 6:1), sino más bien hacer todo con un corazón sincero hacia Dios.
Los siervos verdaderos no buscan excusas ni retrasan el servicio.
Al contrario, se levantan a la tarea, como nos llama Pablo en Colosenses 3:23: "Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente."
Los siervos verdaderos están atentos a las oportunidades de servicio.
No esperan condiciones perfectas, sino que sirven en el momento y lugar donde Dios los necesita (Eclesiastés 11:4).
Cada oportunidad que pasa es una prueba de nuestra disposición a obedecer a Dios en cosas pequeñas o grandes.
Tal como Jesús enseña, si somos fieles en lo poco, Él nos pondrá sobre mucho (Mateo 25:21).
El servicio que hacemos puede parecer insignificante ante los ojos del mundo, pero Dios lo ve y lo valora profundamente.
El siervo de Cristo también debe ser fiel. No solo comienza las tareas, sino que las termina.
La fidelidad es un rasgo esencial del carácter de un siervo, y Jesús lo reconoce cuando dice: "Bien, siervo bueno y fiel" (Mateo 25:23).
No estamos llamados a competir ni compararnos con otros en nuestro servicio, sino a cumplir fielmente lo que Dios nos ha encomendado.
Recuerda, todo lo que hagas para el Señor tiene valor eterno, incluso si nadie más lo nota.
Como dice Hebreos 6:10, "Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre..."
Comentarios
Publicar un comentario