Día 37: Cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti
"Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti»."
Marcos 5:19 NBLA
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Desde el momento en que te conviertes en seguidor de Cristo, también te conviertes en su mensajero.
Dios te ha dado un mensaje específico que Él desea que compartas con el mundo.
Pablo dijo: “Hablamos la verdad delante de Dios, como mensajeros de Dios” (1 Tesalonicenses 1:8).
Es posible que el enemigo trate de hacerte sentir que no tienes nada valioso que decir, pero Dios ha depositado en ti una serie de experiencias que pueden bendecir a otros y muestran su obra.
El apóstol Juan nos recuerda que quienes creen en el Hijo de Dios tienen el testimonio en ellos mismos, de que Dios obra en las vidas. (1 Juan 5:10).
No te quedes callado; el Dios de tu historia es lo más importante.
Este mensaje de tu vida se compone de cuatro partes clave:el mensaje de las buenas nuevas, tu testimonio de cómo conociste a Cristo, las lecciones que has aprendido de Dios y tus pasiones espirituales.
Tu testimonio se tiene que enfocar en las virtudes de Jesús no es solo sobre tu salvación, es el relato vivo de cómo Jesús ha transformado tu vida, de lo maravilloso que ha sido conocerlo.
La Biblia nos anima a ser testigos de esta verdad (1 Pedro 2:9).
No tienes que ser un experto en la Biblia para compartir tu historia, porque lo que has vivido con Dios es algo único y personal.
Tu experiencia tiene más impacto de lo que te imaginas, y Dios quiere usarla para alcanzar a otros, el consuelo que hemos recibido, va a ser bueno para consolar a otros.
Otra parte esencial de tu mensaje son las lecciones que Dios te ha enseñado a lo largo de tu caminar con Él.
Dios utiliza tus éxitos y fracasos para enseñarte lecciones importantes. Como el salmista, debes orar: "Enséñame, oh Señor, a seguir tus decretos" (Salmo 119:33, NBLA).
A veces, aprenderás de tus errores, pero otras veces, aprenderás de las experiencias de los demás.
Es muy bueno escribir estas lecciones aprendidas para que puedas compartirlas con otros y revisarlas en el futuro.
La Biblia dice que el sabio aprecia las lecciones y las usa para guiar su vida (Proverbios 25:12).
El mensaje de tu vida incluye tus pasiones dadas por Dios. El Espíritu Santo despierta en cada creyente un interés especial por ciertos problemas, grupos o ministerios.
Este fuego interior no puede ser ignorado (Jeremías 20:9).
Ya sea que Dios te llame a defender a los indefensos, a compartir el evangelio con un grupo en particular o a iniciar una nueva obra, tu pasión divina es parte de cómo Dios quiere usar tu vida.
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