Día 38: Vayan por todo el mundo
“Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.”
Marcos 16:15 NBLA
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La Gran Comisión no es solo una invitación, es tu misión en Cristo.
Tienes que decidir si serás un cristiano comprometido con la misión de Dios o uno que vive enfocado en sus propios intereses.
Los cristianos enfocados en sí mismos ven a Dios como un medio para su bienestar personal.
Oran buscando su comodidad, sus bendiciones y sus deseos. Se preguntan: "¿Cómo puede Dios hacer mi vida más fácil?".
Sin embargo, los cristianos maduros entienden que fueron creados y salvados para algo mayor: llevar el mensaje de salvación a otros.
Ellos se levantan cada día buscando cómo pueden servir a Dios, emocionados por el privilegio de ser usados para Su gloria.
El llamado de Jesús es claro y poderoso: "Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio".
No importa cuán limitados nos sintamos, Él nos equipa para cumplir esa misión.
En un tiempo en que las barreras geográficas y tecnológicas son casi inexistentes, nuestra excusa para no cumplir con la Gran Comisión es la falta de visión.
Hoy, con un solo clic, puedes alcanzar a personas en cualquier parte del mundo, y es más fácil que nunca participar en misiones.
Dios nos ha dado las herramientas, pero debemos cambiar nuestra mentalidad y comenzar a ver las oportunidades que Él pone delante de nosotros.
La Biblia nos dice: "Yo también trato de complacer a todos en todo lo que hago. No hago solo lo que es mejor para mí; hago lo que es mejor para otros a fin de que muchos sean salvos." (1 Corintios 10:33, NTV).
Si cambias tu enfoque, orando por los no creyentes y buscando servir en la misión global, comenzarás a experimentar el gozo que viene de ser parte de la causa más grande del universo: la expansión del reino de Dios.
Finalmente, Jesús nos exhorta a vivir con una perspectiva eterna, recordándonos que "Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre." (2 Corintios 4:18, NTV).
Todas las cosas que nos distraen en este mundo pasarán, pero las almas que alcancemos para Cristo tendrán un impacto eterno.
Haz a un lado cualquier barrera que te impida participar en la misión de Dios, y comprométete a vivir una vida que deje una huella en la eternidad, anunciando las buenas nuevas de salvación.
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