"David consultó al Señor"
2 Samuel 5:23
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Cuando David hizo esta consulta acababa de luchar con los filisteos y de obtener una gran victoria.
Fueron muchos los filisteos que vinieron a atacar, pero, por la ayuda de Dios, David hizo que huyeran fácilmente.
Notemos, sin embargo, que cuando los filisteos vinieron por segunda vez, David no les salió al encuentro sin consultar al Señor.
Como había salido victorioso una vez, podía haber dicho, como lo han hecho muchos en otros casos: "Saldré victorioso otra vez: puedo estar seguro de que si he conquistado una vez, triunfaré de nuevo. ¿Por qué esperar para consultar al Señor?"
David no hizo así.
Ganó una batalla por el poder del Señor; pero no se aventurará en otra hasta asegurarse el mismo poder.
El preguntó al Señor: "¿Iré contra ellos?", y esperó hasta que la señal de Dios le fue dada.
Aprendamos de David a no dar ningún paso sin Dios.
Cristiano, si quieres conocer los caminos de la obediencia, ten a Dios por brújula; si deseas dirigir tu barco a través de las imponentes olas, pon el timón en las manos del Todopoderoso.
Muchas rocas podrían ser esquivadas si permitiéramos que nuestro Padre gobierne el timón.
Muchos bancos de arena podrían ser evitados si dejáramos a su soberana voluntad escoger y mandar.
Debemos darnos cuenta de que la mano de Dios nos guía; y si es necesaria la espera, esperemos hasta que El provea.
El que pone primero la guía de Dios, y todo lo que el da, podrá disfrutar cada vez que inicia un nuevo camino.
"Te enseñaré el camino en que debes andar", es la promesa que Dios hace a su pueblo.
Llevemos a él todas nuestras dudas y digámosle: "Señor, ¿qué quieres que haga?"
No dejes tu casa esta mañana sin preguntar primero que es lo que Dios quiere.
Escrito por: Charles Spurgeon
(Adaptado)
Ahora que terminaste de leer o escuchar, te recomendamos que tomes un tiempo para pensar y orar.
Si es necesario, volvelo a escuchar o leer.
Dios te bendiga grandemente.
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