"A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad."
2 Pedro 3:18
................................................
Los cielos serán llenos con interminables alabanzas a Jesús.
¡Eternidad!, tus incontables años transcurrirán su curso eterno, pero por los siglos de los siglos "a él sea gloria".
¿No es Jesús sacerdote eterno según el orden de Melquisedec?
"A él sea gloria".
¿No es Él, el rey eterno?
También ¿Rey de reyes y Señor de los señores, Padre eterno?
"A él sea gloria hasta el día de la eternidad".
Nunca cesarán a Él las alabanzas. Lo que fue comprado con sangre merece durar el tiempo que dura la eternidad.
La gloria de la cruz nunca debe ser apocada, no puede perder su tremendo esplendor .
El brillo de la tumba y de la resurrección nunca tienen que ser empañados.
¡Oh Jesús!, tú serás alabado siempre.
Tanto como viven los espíritus inmortales, tanto como perdura el trono de Dios, por siempre y para siempre a él sea gloria.
Creyente, cuando das gloria a Jesús, estás anticipando el tiempo cuando te reunirás con los santos en el cielo.
Pero, ¿lo estás glorificando ahora?
Las palabras del apóstol son éstas: "A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad.".
¿No deseas hacer tuya hoy la siguiente oración?:
"Señor, ayúdame a glorificarte.
Soy pobre, ayúdame a glorificarte conformándome con lo que tengo.
Estoy enfermo, ayúdame a honrarte por medio de la paciencia.
Tengo talentos, ayúdame a ponerte en alto usándolos para ti.
Dispongo de tiempo, ayúdame, Señor, a usarlo sabiamente para servirte.
Tengo un corazón para sentir, permite, Señor, que no sienta otro amor que el tuyo.
Y permite que no se inflame con otra llama que la del amor a ti.
Tengo una mente para pensar, ayúdame, Señor, a pensar en ti y por ti.
Tú me has puesto en este mundo con un propósito, muéstrame, Señor, cuál es ese propósito y ayúdame a cumplirlo.
Yo no puedo hacer mucho, pero como la viuda puso las dos monedas, que era todo lo que tenia, así Señor, yo pongo mi tiempo y eternidad en tu tesorería.
Soy todo tuyo; tómame y capacítame para glorificarte ahora en todo lo que digo, hago y tengo".
Escrito por: Charles Spurgeon
(Adaptado)
Ahora que terminaste de leer o escuchar, te recomendamos que tomes un tiempo para pensar y orar.
Si es necesario, volvelo a escuchar o leer.
Dios te bendiga grandemente.
Comentarios
Publicar un comentario