................................................
La renovación del alma es una enseñanza que está en la base misma de la salvación.
Entonces Tendríamos que ser muy cuidadoso en meditar si realmente hemos “nacido de nuevo”.
Hay muchos que piensan que han pasado por esta experiencia, pero en realidad no es así.
Esto es verdad: que te llamen cristiano no significa que la naturaleza cristiana esta en vos.
Tampoco que hayas nacido en un país cristiano y el haber sido reconocido como uno de la religión cristiana, te hace un cristiano verdadero.
A menos que a esto le agreguemos el “nacer de nuevo” por el poder del Espíritu Santo.
El nuevo nacimiento es tan misterioso que las palabras humanas no lo pueden describir.
“El viento de donde quiere sopla y oyes su sonido, mas ni sabes de donde viene ni a donde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”
Sin embargo, es éste un cambio conocido y sentido; conocido por las obras de santidad en vos y sentido cuando experimentas la gracia.
Es tremendamente sobrenatural esta gran obra.
No es una obra que el hombre pueda hacer por sí mismo.
Se nos enseña un nuevo principio que obra en el corazón, renueva el alma y afecta todo nuestro ser.
No es un cambio de nombre, sino una renovación de mi naturaleza.
Gracias a Dios yo ya no soy el hombre que solía ser, sino un nuevo hombre en Cristo Jesús.
Lavar y vestir un cadáver es algo muy distinto a producir vida en el.
El hombre puede hacer lo primero, pero sólo Dios puede hacer lo segundo.
Ahora bien, si has nacido de nuevo, desde tu corazón nacerán estas palabras:
¡Oh! Señor Jesús, tú eres mi Padre espiritual.
Si tu Espíritu no hubiese soplado en mí aliento de vida nueva, vida santa y espiritual, aun estaría hasta hoy en mis delitos y pecados.
Mi vida celestial viene enteramente de ti; a ti te la reconozco.
Mi vida está escondida con Cristo en Dios.
Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.
Que el Señor me permita estar bien seguro sobre este punto fundamental, vital.
No haber nacido de nuevo, es lo mismo que estar sin salvación, si perdón, sin Dios y sin esperanza.
¡No esperes más! ¡Vení a Cristo ahora!
Escrito por: Charles Spurgeon
(Adaptado)
Ahora que terminaste de leer o escuchar, te recomendamos que tomes un tiempo para pensar y orar.
Si es necesario, volvelo a escuchar o leer.
Dios te bendiga grandemente.
Comentarios
Publicar un comentario