2 Corintios 4:16 NBLA
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.
Esta es una experiencia que es deseable para todo cristiano y que todo hijo de Dios pueden obtener por Su gracia.
El secreto para adquirirla se menciona poco después: «no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas».
Mientras miramos hacia las grandes realidades que hay arriba, sentimos como la debilidad de la tierra de a poco nos abandona y el poder de la palabra viene a fortalecernos y sostenernos.
Poner la vista perseverantemente en las cosas eternas da fortaleza de la eternidad para sobrellevar la debilidad actual.
Por esto, es que podemos seguir, y estar firmes.
Amado y bendito Señor Jesús, que te sientas a la diestra de Dios entre las cosas eternas, ayúdame a mirarte con perseverancia por medio de los ojos de la fe para no desmayar.
Y haz que, aunque mi hombre exterior se vaya desgastando, el interior se renueve día a día para alabanza de tu fortalecedora gracia.
Algunas preguntas para pensar tranquilos:
- ¿Qué verdad aprendiste hoy?
- ¿Cómo vas a orar ahora?
- ¿Qué va a modificar en tu vida lo aprendido?
Dios bendiga tu vida.
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